“En esta cancha antes corrían balas, ahora corren balones”

En Soledad, cerca del Río Magdalena, se encuentra el barrio Primero de Mayo. Allí nace, en 2011, la alianza entre Fútbol Con Corazón (FCC), Dow Química Transelca, con el fin de darle un cambio positivo a esa comunidad. Los inicios fueron difíciles debido a los constantes enfrentamientos entre dos de las bandas delincuenciales más peligrosas que mantenían acorralados a los vecinos. Poco a poco el equipo que lideraba la estrategia se fue ganando la confianza de la gente a través de las historias de vida que se generaron durante los primeros tres meses del programa.

El interés de los niños por practicar la metodología de Fútbol Por La Paz, muy diferente a la recibida en sus colegios, incrementó a pesar de que muchos de ellos, al ser familiares o estar relacionados con los miembros de las bandas, estaban inmersos en el conflicto. Fue así como el programa se convirtió en “el bebé consentido”, pues constituía la única y mejor opción para darle una oportunidad a niñas, niños y jóvenes de la comunidad de mantenerse lejos del entorno hostil que los rodeaba. Es así como los adultos líderes del barrio empezaron a percibir los cambios positivos que trae la alianza de Fútbol Con CorazónDow Química Transelca a través del fútbol; y esto se resume en la frase de la líder Betty Vélez: “En esta cancha antes corrían balas, ahora corren balones”.

La estrategia logró sentar en una misma mesa a los representantes de la Junta de Acción Comunal (JAC) y a los voceros de la empresa para llegar a acuerdos en pro del beneficio mutuo. Es así como se logra que cada parte exponga sus preocupaciones y solicitudes para trabajar en los cambios pertinentes. En consecuencia, los profesionales de FCC, de acuerdo con sus principios: Orientados a ResultadosTransparencia Trabajo en Equipo, involucran a la JAC durante todo el proceso, logrando reducir las resistencias y garantizando la continuidad del proyecto.

Como  resultado se pasa de trabajar en una zona estigmatizada por la violencia, donde no entraban las personas por miedo, a una comunidad fortalecida y empoderada, generando diferentes opciones de empleo. Uno de los puntos más significativos es haber promovido el empoderamiento juvenil a través del nombramiento de dos jóvenes líderes que se formaron en el mismo barrio y quedaron encargados de transmitir las enseñanzas a las nuevas generaciones. Allí es donde se evidencia el objetivo cumplido del programa, pues desde un principio se busca que las comunidades lideren sus propias iniciativas productivas y que generen desarrollo social.

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